Conforme vayamos preparando nuestros platos de manera más rápida y gustosa, nuestros comensales nos darán mejor propina, y con eso podremos ir mejorando las características de la cocina así como ahorrar para comprar nuevos restaurant.
Podemos por ejemplo, contratar cocineros adicionales para agilizar el trabajo o adquirir mejores herramientas de cocina, como cuchillos más filosos u hornos más eficientes y veloces.