Definitivamente hacía falta un cambio en la franquicia Need for Speed. En lo que respecta a las últimas entregas de la serie, en mayor o menor medida, lo único que hicieron fue demostrar la necesidad urgente de un lavado a fondo.
Conociendo la trayectoria de Electronic Arts, muchos dudamos que el tan ansiado cambio fuese a producirse (por lo menos en corto plazo). Pues bien, todo apunta a que con este juego, por suerte, estábamos muy equivocados.