Hace ya unos años recibimos un juego único, inolvidable, de esos que a uno se le queda grabado por muchísimo tiempo, por no decir de por vida. Este título es nada más y nada menos que Fahrenheit, que salió a la venta para Xbox, PlayStation 2 y PC.
Fahrenheit se trataba de una aventura en tercera persona, que contaba una historia digna de Hollywood, y que se caracterizaba especialmente por ofrecer una jugabilidad basada en Quick Time Events, es decir, diversas escenas de acción que debían pasarse presionando una seguidilla de botones que iba apareciendo en pantalla, por lo que el grado de éxito en cada secuencia dependía de los reflejos del usuario al seguir la combinación descripta.