(PSP) – Análisis: Burnout: Legends – 2da parte

Burnout: Legends



Modos de juego

La principal atracción del juego sigue siendo el modo “Tour Mundial” que será en conclusión el modo más largo y el que más horas de diversión nos entregará. En el mismo tendremos que ir completando distintos desafíos que más adelante definiremos con un poco más de profanidad a través de los distintos tipos de vehículos. Además de este modo juego si queremos tener una partida rápida contaremos con el modo “Prueba Única” para disfrutar de algunos de los eventos que están en el modo principal del juego pero de una manera más directa. Los cinco eventos de este modo son: Carrera, Contrarreloj, Furia Al Volante, Persecución y Choque. Indudablemente cada modo tiene cierta particularidad que lo diferencia del otro y lo hace muy divertido y original, especialmente el modo “Furia Al Volante” siendo capaz el evento más divertido y atrapante de todo el título. El otro modo de juego disponible se trata del modo “Multijugador” que nos permitirá disputar algunos eventos en especial contra otros competidores mediante el Wireless de la consola pero con algunas limitaciones como la cantidad de participantes de la misma, que se reduce a cuatro jugadores en total haciendo que uno de los modos más divertidos del juego se ve algo disminuido.

Tipos de vehículos

El juego nos ofrece cinco diseños de vehículos: Compacto, Muscle, Coupé, Deportivo y Supercoche, siendo este último el más interesante de todo el juego y donde desbloquearemos los Coches Leyenda. En total serán 89 los vehículos disponibles y los iremos desbloqueando a medida que vayamos superando los diversos retos, aunque para poder utilizar a los más interesantes tendremos que ganar cierta cantidad de Medallas de Oro y cumplir ciertos objetivos en especial. En cada tipo de vehículo estarán disponibles de entrada tres coches con los cuales correr y luego podremos ir destrabando nuevos vehículos para nuestra colección. El principal problema resulta en que los coches, en general, no tienen mucha distinción unos con otros, no solamente en cuanto a su diseño, sino en especial en el rendimiento del vehículo. No tendremos indicadores de la velocidad, aceleración, conducción o turbo de los mismos y por ende se dará a entender que todos son iguales salvando sus diferencias en cuanto al diseño, que en muchos casos son de pocas a nulas. La única posibilidad relaciona con el clásico tuneo de los vehículos se reduce a cambiar el color del bólido en cuestión dentro de una gama demasiado reducida que no supera los 3 o 4 colores, y no a todos los coches se les puede modificar la pintura, reduciendo aún más entonces la posibilidad de modificación de los mismos.

El juego luce muy similar a sus versiones mayores

Si bien es cierto que en un juego Arcade y donde los choques entre los carros son los principales alicientes poco tiene que ver la posibilidad de tunear a los mismos algunas opciones más hubiesen sido bien aceptadas y en especial en cuanto a las modificaciones de los motores de los vehículos o en el turbo de los mismos. Otro aspecto negativo dentro de este apartado en el juego es que no hay licencias oficiales, por lo tanto todos los vehículos serán de un diseño particular y si bien tienen cierta similitud a varios coches de marcas reconocidas no nos encontraremos con vehículos verdaderos. Este punto tampoco es para refutar de una manera rotunda, ya que nuevamente recaemos en que la principal característica de la saga son los choques y no la Simulación por lo tanto el no incluir carrocerías oficiales tampoco suena tan desacertado pero valía la pena mencionarlo para los que son amantes de ciertos tipos de coches y buscan utilizarlos en un juego.

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