El mundo vive hoy día una de las peores crisis económicas. Actualmente las miradas de todos los analistas están centradas en Wall Street, epicentro de la economía mundial.
El sector del ocio electrónico comienza a tener sus bajas y rompe con la teoría de que las acciones de los videojuegos eran una opción segura en medio de crisis financieras.
Siempre se ha pensado y dicho que los videojuegos iban contra la corriente porque no se veían afectados por las distintas crisis económicas. Esto se vio confirmado luego de el 11 de septiembre de 2001: cuando casi todas las acciones caían en la Bolsa, el sector del ocio electrónico no sufría ningún mal. Por tal motivo muchos aseguraban que los videojuegos y, por consiguiente, las empresas de dedicadas al sector, no sufrirían nunca durante crisis financieras.
Luego de la negativa del congreso estadounidense al plan de salvataje de los bancos por 700.000 millones de dólares, esa teoría no fue valedera ya que la caída masiva de los índices Dow Jones y NASDAQ, perdiendo casi 800 puntos y 200 respectivamente, castigó las acciones de la mayoría de las compañías más importantes del ocio electrónico.
La más leve de todas las bajas fue la Take-Two Interactive con un 4,52% seguida de Sony que perdió un 5,09%. La empresa THQ tuvo una baja de un 7% y Microsoft perdió un 8,72% por acción. Las bajas más graves las sufrieron Electronic Arts cuyas acciones bajaron un 9,16%, Activision Blizzard que cayó un 13,8% y Ubisoft que perdió 17,92 dólares por acción en el mercado de Euronext.
Esperemos que se le encuentre una pronta solución a esta crisis, no sólo en el sector de los videojuegos, que nos afecta a todos.