La saga Monster Hunter es una de esas que nos obligan a preguntarnos el por qué de ciertas cosas. En Japón, dicha franquicia vende unidades como pan caliente, o mejor dicho, como pan caliente horneado por el mejor boulanger de París.
Por el contrario, las ventas en occidente han sido apenas discretas, ojo que no fueron malas pero es en comparación con el aluvión de unidades vendidas en Japón, especialmente si tenemos en cuenta las versiones para PSP que fueron realmente escasas.