No, no es un chiste de mal gusto. Por lo menos no de nuestra parte.
Es que 3D Realms se rehusa a dejar morir el caso de vaporware más famoso de la historia, y la contestación ante el juicio que le inició Take-Two por haber quebrado la empresa y abandonado el desarrollo del título en el que esta última había puesto mucho dinero, fue que “el juego estaba siendo desarrollado por una compañía externa”.