En lo referente al apartado técnico, se nota en cada detalle el estilo propio de BioWare.
Pueden ir esperando largas y extremadamente cuidadas escenas de video previas a las batallas, así como un motor gráfico por demás versátil.
La perspectiva general podrá cambiarse en cualquier momento, pudiéndose elegir entre una vista isométrica clásica o una más moderna en tercera persona. Si bien las dos son más que cómodas, Esta opción dependerá del gusto de cada jugador aunque en ciertos momentos puntuales una será más efectiva que la otra.
Ya en las primeras imágenes que brindaron hace un tiempo la empresa, puede apreciarse el enfermizo y puntual cuidado por los detalles que nos quieren brindar los desarrolladores, apreciable tanto en los personajes como en los escenarios en sí.
Abrá que esperar al producto final para ver cuánto tiempo tardará la carga del título y si el framerate será demasiado en algunos momentos. Esperemos que puedan optimizarlo al máximo ya que sino se perdería mucho dinamismo, sobre trodo en los combates.
Los requisitos mímimos del sistema aún no han sido revelados pero creo que con un ordenador medianamente bueno el título correrá dentro de todo bien.
Dragon Age: Origins saldrá a la venta durante el segundo trimestre del año que viene y esterá disponible en exclusiva para PC.
Lo mejor que podemos hacer mientras esperamos el lanzamiento definitivo del título, es rememorar viejos tiempos jugando unas cuantas partidas al gran y glorioso Baldur’s Gate (nunca está de más recordar viejos y buenos juegos).