Con respecto a los agregados propios de la versión Wii, parece ser que no serán muchos. Más que agregados, se trata de pequeñas modificaciones tendientes a lograr que la experiencia se adapte mejor al mercado de los usuarios casuales.
Se dejará de lado el reloj que iba contando las horas y que limitaba de cierto modo la libertad de acción, por lo que podrán realizarse misiones secundarias sin mayores inconvenientes. También se podrá grabar en cualquier lugar, y modos como Overtime o Survivor estarán disponibles desde la partida. Más allá de estos cambios, y algún que otro nuevo enemigo entre los zombies, no se producirán mejoras relevantes con respecto a esto.
En lo que refiere al cambio de motor en sí entre la versión original y la de Wii, se nota un cambio en la perspectiva, más precisamente en la cámara. Esto da lugar a que el control y demás apartados se tornen similares a los vistos en la cuarta parte de la saga Resident Evil.
El cambio de cámara (decisión bastante radical) no puede considerarse a priori ni como un defecto ni como una virtud, ya que a muchos usuarios les agradará y a otros tantos no, pero si tenemos en cuenta la forma en que la combinación Wiimote y Nunchaku fue utilizada en RE 4, los jugadores pueden quedarse más que tranquilos, aunque se trate de un sistema menos versátil que el utilizado en la versión para 360.
Todo parece indicar que la versión de Dead Rising para Wii, titulada Chop Till You Drop, no será fiel por completo a la original sino un tanto más reducida (a pesar que agregue ciertas cosas) pero que mantendrá intacta la esencia del mismo.