Análisis: Saints Row 2

El género de los sandbox ya dejó de generar esa sensación de frescura que supo brindarnos hace unos años la salida de Grand Theft Auto III y otros títulos que intentaron emular dicha experiencia.  El tema es que en la actualidad salen decenas de juegos de este estilo por año, muchos de ellos de gran calidad, pero que han dejado de lado el factor innovación (dejando lado ciertas excepciones).

El título que nos ocupa no sólo que no es repetitivo (más de lo mismo) sino que además logra ofrecer una sensación muy diferente a pesar de tratarse del mismo género. Veamos con qué nos vamos a encontrar al jugar a Saints Row 2.

Saints Row fue uno de los primeros sandbox que llegaron al mercado de Xbox 360, hace ya un par de años, y supo sorprender a más de uno. Gracias a la utilización de los elementos más destacados de la saga de Rockstar, y a un sistema de juego lo suficientemente interesante como para no considerarlo un robo, logró cautivar a los usuarios de la consola de Microsoft.

Como dijimos, ha pasado ya un tiempo desde ese entonces, y en este intervalo salió al mercado el inolvidable Grand Theft Auto IV, por lo que la anunciada segunda parte de Saints Row tendría que ofrecer algo por demás robusto como para conformarnos a todos.

Lo mejor de todo es que la gente de Volition efectivamente nos ha logrado cautivar, con un juego que se diferencia muchísimo del actual rey del género y que capta la atención de los usuarios a pesar de ciertos defectos que empañan al producto. 

 

(Continuará).

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