Análisis: Rune Factory Frontier

Sorprendentemente, uno de los mejores juegos para Wii que han salido en lo que va del año es por lejos uno de los más infravalorados por el público en general. Nos referimos ni más ni menos que a Rune Factory Frontier, una mezcla de simulador granjero (herencia de la saga Harvest Moon) y RPG clásico que debería estar dando que hablar hoy día de hoy pero que, muy por el contrario, casi nadie dice palabra.

Desde nuestro espacio en Juegoconsolas.com no podemos menos que recomendar este título, cuyas virtudes pasaremos a describir a continuación.

En este título de rol, el jugador empezará la partida comandando a un joven llamado Raguna, que comienza su vida en un gran pueblo pero con una pequeña parcela de tierra. A partir de allí deberá hacer lo posible por transformar su pequeño territorio en un sector productivo, teniendo a disponibilidad múltiples tareas para elegir.

Desde pescar hasta sembrar, todo tipo de actividades agropecuarias podrán realizarse en Rune Factory Frontier. Pero el juego está lejos de convertirse en uno de esos títulos sin objetivos definidos y que no tienen final. Hay una interesantísima historia que irá moviendo los hilos del argumento poco a poco, pero de modo tal que mantiene al jugador enganchado a lo largo de las decenas de horas de empeño que requiere un producto tan completo como este. 

Además, el argumento da lugar a secciones clásicas de un típico juego de rol, teniendo el protagonista que recorrer calabozos y derrotar enemigos. No todo se limitará a recolectar frutos y sembrar semillas, sino que también habrá lugar para las batallas y los diálogos. Todos estos aspectos están desarrollados con una simetría fenomenal, donde cada parte es inseparable del todo. Un todo muy entretenido para jugadores de cualquier edad.

Quizá el defecto más notable del juego, es que entre tantas actividades para realizar, a veces uno puede perderse y no saber qué realizar. Esto se debe también a que no se trata de un juego lineal, sino más bien libre, y recurrentemente para avanzar en la historia es necesario hablar con cierto personaje, u obtener un ítem específico, sin que se nos ofrezcan demasiados datos al respecto.

De todos modos un tropezón no es caída, como dice el dicho, y no hay que empañar el estupendo trabajo realizado por la gente de Neverland en lo referente al apartado jugable, que se ve acompañado por unos gráficos muy bellos y un sonido a la altura de las circunstancias.

Somos conscientes de que quizá no se trata de un título muy popular, de esos que venden cientos de miles de unidades, pero si tienen una Wii, bastante tiempo libre y, en especial, ganas de sumergirse en un mundo maravilloso, Rune Factory Frontier es una alternativa más que válida. Un título ignoto que se erige como un esencial en la videoteca de todo jugador de la actual consola hogareña de Nintendo, casi una obligación para quienes quieran probar algo distino y por demás de entretenido.

Juegoconsolas le otorga a Rune Factory Frontier un 8.