Análisis: Mario Super Sluggers

MARIO SUPER SLUGGERS

Uno de los pocos juegos que nos hicieron despertar el interés en el juego del bate fue Mario Superstar Baseball, lanzado en 2005 para Game Cube, gracias a una divertida jugabilidad que hacía accesible este deporte, aún para los que no conozcan sus reglas.

Con Mario Super Sluggers, desarrollado por Namco Bandai para Wii, el emblema de Nintendo y sus compañeros nos vuelven a traer las ganas de lanzar y batear.

Béisbol, o mejor dicho baseball, es una palabra que puede no llamar la atención de muchos jugadores por ser un deporte que no cuenta con demasiada popularidad, o no la misma que tiene en Estados Unidos. Son pocos los títulos que pueden atrapar a quienes no gustan de uno de los deportes americanos por excelencia.

Como siempre, la empresa de la gran N sabe como llegar al público ofreciendo un título deportivo que sale de los cánones comunes logrando captar y entretener a todo tipo de público y, por que no, haciendo que algunos comiencen a gustar del baseball.

Uno de los aspectos más interesantes de Mario Super Sluggers es su opción principal, llamado Challenge mode. Aquí tenemos que elegir a uno de cinco capitanes posibles para armar un equipo, cada uno con habilidades especiales diferentes. Por ejemplo, Wario posee el poder del magnetismo, permitiéndole atrapar pelotas con mayor facilidad. Así con todos los personajes clásicos: Mario, Luigi, Yoshi, Toad, Peach y demás no faltarán a los partidos.

Una vez que hagamos nuestra selección, nos iremos moviendo por el denominado Baseball Kingdom, reclutando nuevos y poderosos jugadores, para luego armar un equipo poderoso que nos permita enfrentar a Bowser y sus muchachos. Para derrotar a estos beisbolistas, habrá que realizar diferentes “misiones” dentro de un partido, como lanzar diferentes pitches, o batazos imponentes. 

Este modo nos permite familiarizarnos con uno de los puntos más altos que tiene el juego que es su control. Lo único malo del Challenge Mode es su extrema facilidad, ya que será relativamente sencillo liquidarlo con un poco de práctica.

 

 

(Continuará).

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