No cabe duda alguna que Call of Duty, y particularmente la saga Modern Warfare, se ha transformado en uno de los productos más lucrativos de la industria de los videojuegos. Puede que sea sólo una moda puede que no, lo cierto es que sus títulos se venden de a millones en cuestión de días y los números son los que mandan.
Es bien sabido que esta condición ha llevado a Activision a dividir el desarrollo de la serie bélica entre dos estudios, Infinity Ward por un lado, abocado a la mentada Modern Warfare, y Treyarch por el otro, dedicados a seguir desarrollando los Call of Duty de la Segunda Guerra Mundial.
Ahora parece que se agregará un tercer estudio de desarrollo, y Activision tendría la intención de que cada desarrollador cuente con tres años de tiempo para garantizar un excelentísimo trabajo en cada título de la franquicia.
Aunque no se ha confirmado cual será el estudio nuevo que se agregue, todos los rumores apuntan a tres nombres: Raven Software, responsables de Wolfenstein; High Moon, de la serie Darkwatch; o al recientemente formado Sledgehammer Games, constituido por ex Visceral Games (Dead Space).