La saga Wolfenstein es una de las más representativas dentro del universo de los videojuegos, gracias a que supo introducir un género fenomenal, como el de los juegos de acción en primera persona. Es por ello que las expectativas con respecto a esta nueva versión desarrollada por Raven Software eran enormes.
A eso mismo responde la sensación un tanto agridulce que nos queda luego de haber probado en profundidad la versión final. Pero vayamos por partes.
Wolfenstein nos pone de nuevo en las botas de B.J. Blazkowicz, un soldado americano cuyo deber es el de infiltrarse en territorio nazi, durante la Segunda Guerra Mundial, para así destruir ciertos experimentos llevados a cabo por Hitler y compañía. Dichos experimentos se centran en la utilización de magias oscuras y de fuentes de energía desconocidas, siendo todo esto aparentemente el as bajo la manga del ejército alemán.
No hay porque saber mucho más del argumento, que en general gira alrededor de lo mismo a lo largo de todo el juego, sin ofrecer personajes demasiado carismáticos ni alternativas que transformen interesante a una trama bastante simplona.
Ni siquiera el hecho de que se le de al jugador la posibilidad de elegir libremente los objetivos a realizar en cada mapa ayudan a ofrecer variedad, porque en definitiva siempre estaremos impelidos a finiquitar las principales de uno u otro modo.
Donde sí se nota el trabajo de una empresa experimentada como Raven es en la forma que se plantea la acción. Si lo que buscan es matar nazis de forma desenfrenada, utilizando para eso diversos poderes especiales, presenciando enormes explosiones o combatiendo contra pulposas enemigas, este es su juego.
Les aseguramos que si son fanáticos del género, no saldrán decepcionados en este sentido. Las batallas contra los jefes finales resultan sensacionales, y la escasa duración de la campaña se compensa con un sólido modo multijugador, que entretendrá por su positivo desarrollo.
En lo referente a gráficos y sonido, nos encontramos frente a un título estándar. Los personajes lucen bien, así como las explosiones y varios escenarios, pero en definitiva no es algo que no hayamos visto antes.
Incluso podría haberse ofrecido un poco más de variedad en la ambientación, algo que resulta curioso en un juego tan esperado como este. Pero en torno a este concepto giran todos los aspectos de Wolfenstein en su conjunto, ya que si bien se trata de un producto interesante, no ofrece nada demasiado nuevo a un género plagado de buenas opciones.
En definitiva, el regreso de este legendario juego de acción no fue como se esperaba, incluso algunos apartados no terminan de convencer, sin embargo, este nuevo Wolfenstein esta cargado de acción tensa y llena de adrenalina. Su gran modo online y la variedad de armas y poderes encantará a los fanáticos de la saga pero dejará al resto de jugadores con ganas de algo más.
Juegoconsolas le otorga a Wolfenstein un 7.
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