Desde hace un par de años que la franquicia Tony Hawk viene perdiendo mucho terreno frente a un tremendo rival, como es Skate, niño mimado de Electronic Arts y que se a convertido, aunque a muchos les pese, en el principal exponente del stakeboarding en el mundo de los videojuegos actualmente.
Pero está claro que una saga llena de fanáticos y con una vasta trayectoria no iba a dejarse de lado, por lo que ya el pasado año se hablaba de una renovación. Sin embargo, cuando llegaron los primeros rumores sobre el juego que actualmente se conoce como Tony Hawk Ride, nadie se imaginaba lo que en definitiva iba a gestarse.
El tan esperado cambio no sólo modifica la estructura técnica con respecto a las pasadas versiones, sino que se incluye un periférico especial, con forma de tabla de skateboarding. Ese así que prácticamente nos encontraremos con un producto nuevo, alejado completamente de todo a lo que estábamos acostumbrados.
La tabla en cuestión será un poco más pequeña que las profesionales y, a decir verdad, no luce demasiado impactante. Su color único y carencia de detalles lujosos la convierten en un accesorio sobrio, para nada ostentoso. Donde sí se ve reflejada su onerosidad es en la tecnología empleada.
Para empezar, la parte central de la tabla contará con dos acelerómetros, capaces de captar movimientos que van desde el levantamiento de las puntas hasta una rotación completa. De todos modos, muchos se preguntarán cómo es posible que acciones tales como sostener la tabla con las manos o incluso impulsar el movimiento utilizando el suelo podrían ser captados por dos acelerómetros. La solución debe encontrarse en cuatro sensores infrarrojos estratégicamente colocados a los lados, para de ese modo captar aquellas maniobras más leves, pero con gran influencia a la hora de ejecutar las piruetas.
Habrá qué ver hasta qué punto este nuevo esquema de control resulta preciso, ya que casi con seguridad se tratará de una experiencia divertida. Las dudas están centradas, sobretodo, en la respuesta a las maniobras ejecutadas por el usuario más que al hecho de tratar de emular la sensación de efectivamente subirse a un skate.
Cabe mencionar, quizas como un dato a tener en cuenta en el futuro ceercano, que fue el mismo Tony Hawk quien comentó que probaron este título con Project Natal pero que el nuevo y flamante accesorio de Microsoft para Xbox 360 «no era lo suficientemente preciso». Pero volvamos al juego en sí.
En cuanto a las modificaciones del juego en sí, se dejarán de lado los escenarios libres para dividir los niveles en pequeñas secciones independientes con objetivos propios. Esta medida que parece ser una marcha atrás si se tiene en cuenta la historia de la franquicia, resulta apropiada debido al nuevo control.
Por supuesto que cada escenario será más o menos propicio para determinadas piruetas, además de que podrán seleccionarse varias dificultades. Ahora bien, si son de los que nunca se han subido a un skate o de los que no saben cómo manejarse con él, pueden quedarse tranquilos pues también les será posible disfrutar del título, ya que todos los factores decisivos en la jugabilidad podrán ser adaptados acorde a las necesidades y habilidades de cada jugador.
Por último, vale destacar que a nivel gráfico Tony Hawk Ride no parece haber evolucionado demasiado, centrándose las novedades casi por completo en el apartado jugable, algo realmente necesario para una franquicia que tiene que ofrecer un cambio importante si es que reclamar lo que por varios años fue suyo: el rey de los juegos de skate.