Hay que decir que sin lugar a dudas lo primero que llama la atención dentro de todo lo que refiere a Heavy Rain: The Origami Killer es el increíble apartado gráfico, cuya belleza estática no se compara con la sensación que produce el juego en movimiento. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el nivel de detalle de los personajes es algo nunca antes visto en ningún otro título de la consola de Sony, lo que ya de por sí es mucho decir. Y es que el nivel de definición con la que cuenta el juego es sencillamente impresionante.
Desde la superficie acuosa de los ojos hasta la flexibilidad de los cabellos, desde la uña del dedo de la mano izquierda hasta el lunar debajo del mentón, casi todo detalle mínimo del cuerpo humano será algo natural en Heavy Rain, incluso en personajes secundarios, los cuales no serán un mero añadido para la historia.
Ahora bien, uno de los mayores desafíos de los desarrolladores es justamente el ofrecer un mundo dinámico, lleno de vida, tanto los entornos como los protagonistas puedan conformar un todo armónico, pero al mismo tiempo impactante a la vista.
De todos modos, el jugador no contará de una libertad absoluta, sino que podrán recorrerse ciertos escenarios a medida que transcurre la historia. Esto se debe a que la misma promete ser en extremo compleja, por lo que se hace necesario evitar todo tipo de desvíos argumentales que puedan llegar a interrumpir el clima de suspenso que reinará en el ambiente.
(Continuará).