Análisis: Mirror’s Edge (parte III)

En Mirror’s Edge, muchas veces será necesario realizar combinaciones de saltos y giros mientras corremos, por lo que encontraremos distintas cajas o rampas cuidadosamente colacadas para ejecutar las combinaciones.

Y es que gran parte de la esencia del juego radica en ejecutar correctamente las combinaciones, lo cual resulta en extremo divertido e innovador.

 Tal vez podría criticarse la falta de alternativas en algunas partes puntuales de la aventura, la escasa rejugabilidad, o mismo la duración de la aventura, pero de ningún modo consideramos errónea la mecánica general.

Resta hablar del apartado audiovisual, pero si han visto videos, o probado el juego,, estarán al tanto de por qué nos referimos a Mirror’s Edge como una pequeña obra de arte. El motor Unreal Engine 3 jamás lució tan deslumbrante, ofreciendo una paleta de colores distinta, acompañada por un sistema de iluminación capaz de asombrar al más escéptico.

La música también se destaca ampliamente por encima de la media. La misma esta perfectamente adaptada a cada momento del título, haciendo que el jugador se compenetre mucho más. 

Mirror’s Edge un producto que cierra por casi todas partes (debería durar más o tener mayor rejugabilidad entre otras cosas). Es uno de esos juegos que muchos lo amarán y que otros lo criticarán, pero que nadie puede negar que es uno de esos títulos que marcan un antes y un después al momento de plantearse el desarrollo de nuevos juegos. Audaz apuesta la de Digital Illusions y que sin dudas merece un fuerte aplauso.

 

Juegoconsolas le otorga a Mirror´s Edge un 8.

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